Arquitectos: Anonimous Led Ubicación: Acapulco, México Programa: Mercado, Comensales, Cocina Superficie: 224 mt2 Fotografías: Anonimous Led
La Trainera nació hace algunos años como un mercado de mariscos cuyo cliente principal es la gran cantidad de gente que tiene departamentos dentro de la zona de Acapulco Diamante. El producto con tan excelente calidad comenzó a tener tal éxito que el famoso mercado pronto se convirtió en un restaurante. Como premisa de diseño, el cliente siempre enfatizo que la idea de Mercado debía no solo continuar sino ser enfatizada y que el restaurante debía conseguir cierto aire informal.
Ubicado en la ciudad de Acapulco dentro del centro comercial La Isla, el local de 224 m2 se divide en tres programas: Mercado 40m2 / Área de comensales 118 m2 / Cocina 66 m2. Como resultado del programa, el local de 10x21m se divide a todo lo largo en tres áreas: -La primera sobre parte de la fachada destinada para el mercado que a su vez organiza la vitrina para enseñar el producto fresco, caja y barra de ceviches. -La segunda es la de los servicios. Una barra de alcohol entre el mercado y la cocina. La cocina con áreas de cocción, preparación, entrega de platillos, lavado, refrigeración y almacenamiento en directa relación con el acceso de servicio por la parte posterior del local. Una escalera comunica con un mezzanine que contiene la oficina y las instalaciones. -La tercera área, el restaurante y los baños corre a todo lo largo del local aprovechando la luz de la fachada principal.
El recorrido comienza en el acceso al interior de una estructura de madera – el mercado de mariscos- en piso, muro y techo a manera de escamas o branquias que crean cierto ritmo y que provocan una sensación de contención. Estas branquias se exponen y desarrollan a todo lo largo de la fachada divisoria al interior del restaurante. Una vez adentro se remata de frente con un mural reticulado en tonos azules, gises y negros, relacionados con la imagen grafica del negocio que expone en algunos de sus módulos el menú del restaurante. El mural se repite detrás de la vitrina y la barra de ceviches trabajada en corian blanco para seguir dando la idea de mercado. La bascula y los huacales son elementos que ayudan en la concepción de este concepto. Del área del mercado cruzamos a través de un recorte vertical en las escamas de madera al comedor.
Esta zona está contenida dentro de una malla en techo y muro de cuerdas náuticas tensionadas y colocadas a 4cm paralelamente una de otra. La cuerda crea una textura limpia pero a la vez bruta, pura pero a la vez fresca. El mural de remate posterior del restaurante que contiene los baños se dibuja con el mismo patrón y color que el mural reticulado del mercado en el acceso. Este mural logra una imagen fresca e informal además de que ayuda a romper con los dos tonos predominantes de la madera y la cuerda. El piso de porcelanato y el mobiliario se escogieron en tono blanco buscando neutralidad. Estas intensiones formales / materiales logran cumplir con las necesidades programáticas tanto funcionales como de experiencia en el restaurante, dándole una imagen de confort, contemporaneidad y frescura. Se crean dos ambientes distintos pero a la vez complementarios.
